Con frecuencia me encuentro a personas que asisten a formaciones y seminarios y no los terminan de aprovechar óptimamente. Estas son mis tips para aprovechar un seminario…
1. Comprender que nadie puede cambiar a nadie. Ningún maestro, por mucho que domine la materia o disponga de la intención más loable, tiene la capacidad de cambiar a nadie. Afortunadamente. El cambio en cualquier aspecto de la vida va siempre de dentro hacia afuera. Por lo tanto no tengo la expectativa de que cambie nada en mi vida. De esto ya me encargo yo.
2. No preguntar a nadie qué hacer. Cómo mucho le pregunto qué ha hecho en una situación similar o qué cree que haría en un escenario parecido. La respuesta a qué hacer no puede venir de fuera. Es cierto que asistiendo a determinadas formaciones, leyendo determinados libros o charlando con determinadas personas podemos sentirnos más inspirados a tomar mejores decisiones, pero creo que parte de la gracia de la vida radica en que nadie puede facilitarnos una respuesta acerca de qué decisión adoptar. Un adulto piensa, pregunta, escucha, toma decisiones, y la consecuencia es que acierta o se equivoca.
3. Escuchar con atención. Personalmente, cuando asisto a una formación, no espero estar de acuerdo con todo lo que allí se proponga. Mi trabajo consiste en activar el radar de encontrar ideas inspiradoras para aplicar a mi vida. Si me llevo algo, me voy feliz. Piénsalo: si de cada libro que hemos leído o charla a la que hemos asistido hubiéramos aplicado una sola idea, probablemente nuestras vidas serían ahora significativamente mejores.
4. Entender que nadie posee toda la verdad. No existe persona que tenga la respuesta a todo. Aunque cada persona atesora una pequeña verdad sobre algo. Mi tarea es descubrirla. Cada punto de vista es sólo uno de los posibles ante cualquier situación. Diga lo que diga la persona que imparte la formación, no es más que su punto de vista. Escúchalo, valora su aplicación y después haz lo que consideres. Ya nos dicen en suficientes lugares lo que tenemos que hacer – con desastrosas consecuencias- como para que sigamos insistiendo en ello.
5. Buscar ideas soportadas por la experiencia. Si prestas atención, pronto comprobarás que demasiadas personas hablan sin saber realmente de qué hablan. No hablan basados enexperiencias sino en creencias. Verifica si la persona comparte desde la experiencia o si lo hace de oídas. Yo prefiero escuchar mensajes experienciales; de los otros ya he tenido suficiente.
6. Probarlo todo. Una formación sólo sirve para incorporar nuevos puntos de vista y después liderar cambios en la vida. El objetivo de una formación no es ir a una clase sino implementar algo al salir. Sin acción, ir a una formación es dinero y tiempo perdido.
7. Tomar notas de todo. No confío en mi memoria. Además tomar notas me permite mantener más alto mi nivel de atención.
Sergio Fernández
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